¿Has sentido que en tu trabajo no puedes ser tú misma o que hay una represalia muy fuerte contra quien habla de problemas e identifica mejoras que deben ser hechas? Si esto te ha pasado, probablemente hayas trabajado en un ambiente donde no hay seguridad psicológica. La seguridad psicológica es la capacidad de poderse mostrar como una es un trabajo y poder expresarse y tomar ciertos riesgos sin temor a represalias. Tener seguridad psicológica nos da la sensación de que podemos hacer públicas nuestras ideas, reconocer nuestros errores, expresar nuestras dudas, sin temor a ser ridiculizadas o a ser sujetas de represalias por ello.

Este concepto fue acuñado por Amy Edmonson, profesora de la Escuela de Negocios de Harvard. En su popular TedTalk, la académica y consultora reconocida mundialmente, señala las consecuencias negativas que tiene el que las personas vivan con miedo en su ambiente laboral y cuánto afecta esto al desempeño y a la productividad de las organizaciones.

Un lugar de trabajo que no es seguro psicológicamente para sus empleadas y empleados quiebra la confianza, impide que estos puedan trabajar adecuada y articuladamente entre sí, genera un estado de ansiedad prolongada en las integrantes de los equipos, ve afectada su productividad y tiende a cometer errores con efectos catastróficos. De hecho, un estudio realizado en la plantilla de Google reveló que la seguridad psicológica era el elemento más importante para impulsar la eficacia del equipo.

Para saber si un ambiente laboral es seguro psicológicamente, plantea estas preguntas:

1. Cuál es la cultura de la organización frente a los errores que se cometen. ¿Se asumen como una oportunidad de aprendizaje conjunto? ¿Se culpabiliza y estigmatiza a las personas de forma pública e individual? ¿Cómo se sienten las personas de traer a la mesa errores o áreas donde se sabe que hay mejoras que hacer?
2. Cuál es la postura de las y los líderes frente al desacuerdo. En culturas como la nuestra, mostrar desacuerdo puede ser mal visto. Sin embargo, el desacuerdo permite encontrar soluciones a problemas complejos de manera más efectiva y nos permite ver ángulos que no habíamos considerado debido a nuestros propios sesgos. Así, llevados de forma abierta y respetuosa, los equipos se benefician de los desacuerdos que se pueden discutir públicamente.
3. Puedes mostrarte tal cual eres. Poder mostrarnos como somos no solo tiene consecuencias positivas para nosotras mismas, sino para las demás personas, pues en el momento en el que reconocemos y aceptamos la diversidad como una realidad que nutre nuestras relaciones, decisiones y formas de ver las cosas, podemos aprovechar los beneficios de una verdadera inclusión.

Así, para crear ambientes laborales, se necesita crear ambientes en donde las personas puedan ser ellas mismas; donde puedan discutir abiertamente sus dudas y los errores que se han cometido sin temor a ser ridiculizadas o reprendidas; donde se fomentas fuertes relaciones de confianza entre las distintas personas; y donde se resalta constantemente los beneficios de la diversidad. Es decir, se necesita un lugar donde las personas puedan ser vulnerables.