El 25 de noviembre se conmemora a nivel mundial el Día internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres. Esta violencia es, como lo ha dicho desde 2015 el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, la pandemia que no hemos logrado erradicar.
La violencia que viven las mujeres y las niñas son de distintos tipos y modalidades. El ámbito laboral, no es una excepción. En ComingUp uno de nuestros valores centrales es la igualdad y sabemos que cuando las personas viven violencia suelen estar en una situación de desigualdad de poder, que limita sus derechos y que tiene un impacto negativo no solo sobre quienes la viven, sino a su alrededor.
El acoso y hostigamiento sexual es un tipo de violencia que viven de manera desproporcionada las mujeres. 9 de cada 10 víctimas de acoso sexual, son mujeres. En el ambiente laboral, este tipo de violencia, como tantos otros, se ha normalizado a través de “bromas”, solicitudes no bienvenidas ni deseadas por las mujeres, fotografías, hasta tocamientos. El día de hoy hablaremos sobre 3 cosas que debemos saber todas las personas sobre el acoso y el hostigamiento sexual que viven las mujeres en el trabajo para que podamos involucrarnos e incidir en su erradicación.
- El acoso y hostigamiento, por más “inofensivos” que parezcan, son violencia y, como tal, son inaceptables. Este tipo de conductas no solo pueden constituir faltas y delitos, sino que violan derechos humanos. Si bien algunas conductas pueden parecernos menos graves que otras, todas pueden afectar gravemente a quienes las sufren. Es responsabilidad de todas las personas evitar que sucedan y ser vocales cuando somos testigos de este tipo de situaciones.
- Afectan desproporcionadamente a mujeres. Si bien es cierto que hay algunos hombres que pueden llegar a vivir acoso y hostigamiento sexual, las estadísticas no mienten: 9 de cada 10 personas que lo viven, son mujeres. Este tipo de violencia está altamente “feminizada”; es decir, debido a los estereotipos de género, la violencia sexual la viven en mucho mayor medida las mujeres que los hombres.
- Disminuyen la productividad laboral y generan espacios laborales tóxicos. El acoso y el hostigamiento no solo afectan a la víctima, sino que generan a su alrededor efectos nocivos tales como: disminución de la productividad; altas tasas tanto de rotación de personal como de ausentismo; daño a la reputación de las empresas y organizaciones; y aumento de formas tóxicas para lidiar con los problemas por parte de empleados/as como alcoholismo o abuso de sustancias, entre otros.
Todas las personas tenemos un rol que jugar para eliminar la violencia contra las mujeres, en su mayor diversidad. Asumamos lo que nos toca, informémonos y no seamos cómplices de ella.
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