El mes pasado te dimos a conocer nuestro modelo de desarrollo profesional 4C y hablamos sobre cada uno de sus ejes: conocimiento, cambio, comunidad y comunicación. En las próximas semanas abordaremos los temas sobre el primer eje, el de conocimiento, y te daremos herramientas para que puedas ir diseñando una vida profesional plena y exitosa, en tus propios términos.
Una de las primeras cosas sobre las que tenemos que tener claridad para poder empezar a establecer una estrategia profesional efectiva es cuáles son nuestras fortalezas y nuestras habilidades. Para efectos de nuestro programa, las fortalezas son las características que naturalmente son preponderantes en tu forma de pensar y de comportarte. En general, están asociadas al “carácter” de las personas. Ejemplo de ellas son la adaptabilidad, la empatía, la consistencia, la inclinación por el aprendizaje, etc. Saber cuáles son tus fortalezas te ayudará a decidir qué clases de tareas haces con mayor facilidad, cuáles se te dificultan más y tratar de enfocarte en las primeras.
Las habilidades, por su parte, son capacidades o destrezas que se van desarrollando a lo largo de la carrera profesional. Pueden ser técnicas, financieras, de gerencia, de trabajo en equipo, de supervisión, de comunicación, y de autogestión, entre otras. Lo importante de estas habilidades es reconocer cuáles hemos desarrollado, cuáles de ellas son transferibles e identificar cuáles nos faltan para poder crecer en el ámbito profesional.
Existen herramientas para “descubrir” cuáles son tanto tus fortalezas como habilidades, si es que aún no lo has hecho. Las más relevantes son:
- Realiza un test o cuestionario especializado en línea como el CliftonStrengths desarrollado por Gallup y que, con base en una batería de preguntas, te dirá, de entre 34 fortalezas, cuáles son y en qué orden están las tuyas. Otra opción en línea es la del VIA Institute, el cual tiene una selección de 24 fortalezas.
- Enlista tus trabajos y, en una columna, escribe cuáles han sido las fortalezas de carácter que has demostrado en cada uno de ellos y, en otra columna, escribe cuáles son las habilidades (recuerda, NO solo las técnicas, sino las estratégicas de las que hablamos en los párrafos anteriores) que has desarrollado. Reflexiona sobre ambas columnas lo siguiente:
- ¿hay alguna que se repita en tus distintos trabajos o labores?
- ¿cuáles de ellas podrías “transferir” a otros trabajos y que resultan valiosas? (por ej. manejo de personal, liderar cambios en un área, capacidad de resolver problemas bajo presión, negociar, etc.).
- ¿cuáles te han hecho falta para seguir creciendo en donde estabas?
- Reflexiona sobre las cosas que en general no te cuesta trabajo hacer o para las que tus colegas o jefas/es siempre te buscan. ¿Cómo las puedes frasear como fortalezas o habilidades?
- Revisa qué te han dicho tus colaboradores o supervisores en tus evaluaciones de desempeño. ¿Sobre qué te felicitan? ¿Cuáles son tus áreas de mejora o de oportunidad?
- Pregúntale directamente a personas que hayan trabajado contigo y diles que necesitas su retroalimentación honesta para poder seguir desarrollándote en el ámbito profesional. Preguntarle a más de tres personas te va a dar mejor información sobre qué ven las demás personas en ti o qué es aquello que debes hacer de forma más intencional.
Si no has hecho este ejercicio reflexivo, te recomendamos que lo hagas y que inviertas tiempo en tu mayor recurso profesional que eres tú y cuéntanos en comentarios a qué conclusiones llegaste.
2 comments on “Cómo y qué hacer para reflexionar sobre tus habilidades y fortalezas”
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