Las causas que dan lugar al burnout suelen tener su origen en las dinámicas organizacionales. Las diversas condiciones que hacen sentir agotamiento extremo, sentimientos de negatividad hacia tu trabajo, falta de misión y sentido disminuido de productividad no son resultado de las decisiones individuales. No obstante, si bien deben atenderse las causas estructurales para poder prevenirlo y atenderlo eficazmente, a nivel individual hay cosas que podemos hacer para mitigar sus efectos.
- Identifícalo. Lo primero que debemos ser capaces de hacer es identificar adecuadamente si tenemos burnout. De igual forma, identificarlo en otras/os colegas de trabajo puede prevenir que se extienda pues, como lo han documentado quienes estudian el tema, la sensación de burnout y los sentimientos negativos hacia el trabajo se contagian con facilidad de una persona a otra. En nuestro artículo previo puedes revisar las características para poder identificar si lo que tienes es burnout u otra razón que necesite un tratamiento o ayuda distintos.
- Prioriza tu salud. Si bien el trabajo nos permite cubrir, en la mayoría de los casos, otras necesidades, si no tenemos salud, no podremos hacer nada. El burnout tiene consecuencias negativas en la salud física, mental y emocional y es por ello que resulta indispensable priorizarla sobre cualquier otro elemento cuando nos damos cuenta que tenemos burnout. Este punto no se refiere exclusivamente al autocuidado básico, sino a buscar ayuda psicológica, garantizar horas de sueño (o buscar a una especialista para atenderlo).
- Practica la empatía de manera consciente. Conectar a nivel interpersonal, es una de las formas de poder manejar el burnout. Cuando tratamos de entender qué les sucede a las demás personas, logramos no solo conectar, sino cambiar la perspectiva de lo que nos sucede. No se trata de no manejar nuestros propios pensamientos y volcarnos en los de los demás, sino procurar más contacto interpersonal.
- Resignifica el impacto de tu trabajo. Una de las razones que nos lleva al burnout es perder el sentido del impacto que tiene nuestro trabajo. Se ha comprobado que las personas no solo buscan recompensas monetarias al hacer su trabajo, sino generar un impacto mayor al que contribuyan con este. Así, reflexionar sobre qué nuevos sentidos puedes darle a tu trabajo, te va a permitir tener otra perspectiva. De igual forma, te podrá ayudar a darte cuenta si es insostenible que sigas en ese empleo a mediano y largo plazo.
- Analiza las causas del burnout en tu lugar de trabajo. Tratar de entender qué genera en tu caso en específico el burnout a través del análisis de las prácticas de la organización en la que trabajas, puede no solo brindarte mayor información para manejar adecuadamente tu burnout, sino prevenir que otras personas en tu trabajo lo vivan. En nuestro artículo anterior, hablamos de seis causas comunes para que puedas empezar por ellas.
- Enfócate solo en lo más importante. Una de las consecuencias del burnout es la sensación de estar sobrepasada y de no poder trabajar con la misma eficacia que antes. Por ello, para no abonar a ello, es importante que determinemos qué es lo más relevante en el trabajo y dejara un lado todo aquello que no impacta en el resultado que queremos a largo plazo. Es importante que incluyas a tu supervisora para tener esta conversación y determinar de manera conjunta qué tiene prioridad. Spoiler alert: cuando todo tiene la misma importancia, es que no hay un trabajo adecuado de priorización. Deja a un lado las tareas que no son relevantes.
El burnout no solo impacta negativamente en la salud de las personas, sino que reduce significativamente la productividad y aumenta los errores en el trabajo. Acabar con prácticas tóxicas laborales nos beneficia a todas.
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