Este 01 de junio próximo se conmemora, por onceava ocasión, el Día Mundial de las Madres y de los Padres, declarado así por la Asamblea General de Naciones Unidas en septiembre de 2012. Este día busca reconocer la labor fundamental de las madres y los padres en el desarrollo de la niñez, su protección y el ejercicio pleno de derechos.
Uno de los llamados que ha hecho Naciones Unidas a las empresas y organizaciones en general es a implementar políticas y prácticas laborales adecuadas para las familias, ya que eso promoverá la seguridad y el bienestar de las y los niños y brindará un apoyo sistemático a las y los empleados.
Las organizaciones tanto públicas como privadas tienen un rol indispensable para la garantía de los derechos de las personas y, en la medida en la que implementen políticas para ello, lograrán también mejores ambientes de trabajo donde las y los empleados se sientan mucho más comprometidos y reconocidos, con lo que se podría, a su vez, incentivar la productividad y el logro de las metas comunes.
Las acciones que se requieren de parte de las organizaciones no representan tampoco un alto costo de implementación, por lo que, como dicen en inglés, es un “no brainer” para las empresas, es decir, no hay que pensarlo mucho por los beneficios evidentes que tiene.
Algunas de las que se han comprobado que funcionan para garantizar los apoyos a madres y padres son los siguientes:
- Visibilizar y hablar de forma cotidiana de la importancia de los cuidados de las personas, de las familias. Invisibilizar las necesidades de las y los empleados empeora la situación pues no hay forma de resolver problemas que no se conocen y miden. Las organizaciones tienen que asumir que sus empleadas y empleados son personas con vidas complejas, labores de cuidados (tanto de niñez, como de personas con discapacidad o mayores), vidas personales, etc. En la medida en la que se normalice esto, tomando en cuenta también la diversidad de las experiencias e identidades, las personas podrán ajustar mejor sus expectativas, metas y formas de alcanzarlas.
- Garantizar licencias de maternidad y de paternidad en igualdad de condiciones para hombres y mujeres. Como lo mencionamos en un artículo anterior, si los hombres no empiezan a ejercer su paternidad plenamente, las mujeres seguirán siendo las que lleven la carga y ellos se perderán de los gozos de la crianza. Licencias igualitarias son fundamentales para cambiar las normas sociales al respecto.
- Ofrecer convenios con instituciones de cuidados para niñas y niños. Esto significa ofrecer espacios para el cuidado seguro y profesional de niñas y niños en los centros de trabajo o, de no ser posible, celebrar convenios con guarderías y escuelas que les permitan a las madres y a los padres acceder a este tipo de servicios con mayor facilidad.
- Flexibilidad en el empleo. Esto significa medir el desempeño respecto de metas realistas y que no estén sujetas a un horario inflexible que les impida a las madres y a los padres convivir con sus hijas e hijos o hacer ajustes en casos imprevistos de enfermedad.
Todas y todos tenemos un rol que jugar en la creación de un mundo más igualitario donde la niñez tenga la protección necesaria para su pleno desarrollo. No son solo el futuro, son también el presente y en la medida en la que les garanticemos mejores condiciones de vida, tendremos mejores sociedades para todos y todas.
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