¿Cuáles son tus principales habilidades? Cada vez que pregunto esto a las mujeres con las que he trabajado, después de unos largos segundos de pensar y tras varios tartamudeos, me empiezan a decir algunas cosas. En su mayoría, suelen ser cosas genéricas y ninguna de ellas es estratégica. A las mujeres no solo les cuesta hablar y “vender” en qué son buenas; a las mujeres también les cuesta trabajo identificar claramente cuáles son sus habilidades y cómo utilizar esta información.
En su libro “Beyond Happy. Women, work and wel-being” (Más allá de feliz: mujer, trabajo y bienestar), Beth Cabrera, psicóloga organizacional que ha dedicado su carrera profesional a ayudar a que las personas y las organizaciones prosperen, señala que para lograr el bienestar en nuestras vidas necesitamos, por un lado, sentirnos bien y, por el otro, hacer el bien. Para esto segundo, una de las acciones necesarias es identificar nuestras habilidades y utilizarlas de forma recurrente.
Parte del modelo de desarrollo profesional que impulsamos en ComingUp, en el pilar de conocimiento, es justamente poder identificar tus habilidades, estructurarlas de forma estratégica y enfocar tu trabajo de manera tal que las puedas utilizar de forma constante. Tal como lo decíamos en nuestro artículo pasado, las habilidades son capacidades o destrezas que se van desarrollando a lo largo de la carrera profesional. Pueden ser técnicas, financieras, de gerencia, de trabajo en equipo, de supervisión, de comunicación, y de autogestión, entre otras. Conocer nuestras habilidades es fundamental por 3 razones:
- Nos permite establecer una estrategia profesional que nos guía hacia dónde queremos llevar nuestra carrera y qué actividades u ocupaciones queremos evitar. Conocer nuestras habilidades es importante para utilizarlas y buscar empleos y actividades que nos lleven a ejercerlas. Es ahí donde hacemos nuestro mejor trabajo.
- Nos permite abonar lo mejor que tenemos a nuestra comunidad. Cuando conocemos nuestras habilidades y las utilizamos de forma constante, realizamos nuestro mejor trabajo; es decir, en aquello que mejor hacemos utilizamos nuestras habilidades y, por lo tanto, es una de las mejores y más inmediatas formas de tener un impacto positivo a nuestro alrededor.
- Nos hace personas más felices. Tal como lo señala Beth Cabrera en su libro, “usar tus fortalezas aumenta las emociones positivas tales como la alegría, la satisfacción, la auto-realización y el orgullo, por lo que desarrollar tus habilidades puede llevarte a una mayor sensación de bienestar”.
El desarrollo de nuestras habilidades no solo es indispensable para nuestro desarrollo personal, sino comunitario. Saber cuáles son y cómo utilizarlas es nuestra responsabilidad para lograr un impacto positivo en nuestras vidas profesionales y a nuestro alrededor.
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