Seguramente has escuchado a muchas personas decir que cuando encuentras EL propósito de tu vida, todo viene natural y felizmente a ti. De pronto todo hace sentido y listo, vives feliz para siempre. Si bien eso puede sonar bien y dar tranquilidad a muchas personas, en realidad, dista mucho de ser posible y alcanzable.
Creer que tienes un solo propósito y que este es el mismo en todas los aspectos de tu vida, es reduccionista y no toma en cuenta la complejidad de las personas ni las experiencias únicas que cada una vive a lo largo de su existencia. Además, creer que EL propósito de tu vida es también el de tu carrera profesional, hace que ates tu éxito laboral a quien eres, lo cual te puede generar fuertes inseguridades.
Las personas viven, generalmente, al menos dos crisis de carrera a lo largo de sus vidas. La expectativa de que las personas elijan a los 18 años una carrera profesional “para toda la vida” es tan falsa como la promesa de felicidad eterna de los cuentos de princesas. Partamos entonces de que las personas se cuestionarán al menos en dos ocasiones en su vida si lo que están haciendo a nivel profesional es lo que realmente quieren hacer y démosles herramientas para que ese camino sea más fácil de llevar y puedan experimentar y crecer en el proceso.
Hay algunas cosas que puedes hacer para desmontar la idea de que en la vida hay un solo propósito:
- Empieza a ver los distintos “llamados” que has tenido y tienes actualmente en la vida y ve dejando de lado la idea de que es un solo propósito. Nombrar a los distintas inquietudes que has tenido (y seguirás teniendo) “llamados” le quita el peso a las personas de tener que encontrar cuál es y les quita la angustia de sentir que su vida no tuvo sentido si no lo encontraron.
- Analiza que no todos los llamados que tienes los tienes que honrar (es decir, hacerlo realidad) y no todos tienen que convertirse en una carrera o en un ingreso.
- Realiza ejercicios para ir descubriendo distintos llamados y analiza cuáles puedes ir haciendo (espera nuestro video con las herramientas para hacerlo).
Hay muchos caminos que puedes tomar y que puedes construir (y reconstruir) en tu vida profesional. Conocer cuáles son tus “llamados”, inquietudes o intereses, te puede llevar a experimentar para descubrir cosas que no sabías que te gustaban y para desarrollar habilidades que son transferibles para otras etapas y trabajos en tu vida.
Cuéntanos en comentarios qué llamados has tenido.
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