En las últimas semanas hemos estado presentando nuestro modelo de desarrollo profesional y en esta ocasión vamos a hablar de la tercera C, “comunidad”. Ya hemos compartido la importancia de conocer tus fortalezas, habilidades, valores, propósito profesional, llamados, y metas, así como la de cambiar algunas actitudes o hábitos que te están impidiendo avanzar, como lo son sobrevalorar el conocimiento técnico o perseguir incansablemente la perfección. El día de hoy, nos enfocaremos en la importancia de las otras personas para nuestro propio crecimiento porque solas no llegamos lejos.
Solos, podemos hacer tan poco; juntos, podemos hacer tanto.
Helen Keller
“Comunidad” es el tercer eje de nuestro modelo de desarrollo profesional y si bien es indispensable para todas las personas, este es especialmente importante para aquellas que suelen enfrentar mayores obstáculos para crecer, como lo son las mujeres. La relación que tenemos con las personas puede hacer la diferencia entre crecer o no. Hoy, hablaremos de los principales elementos de este eje:
- Saber hacer redes estratégicas
- Participar activamente del mentoraje y sponsorship (o patrocionio)
- Crear alianzas entre actores relevantes
La creación de redes (o networking) es de la mayor relevancia para poder crecer en el ámbito profesional. Y hablamos no solo de las redes profesionales, sino de las personales que te permitirán, también desarrollarte laboralmente como por ejemplo las redes de cuidados de hijos e hijas que permiten que muchas mujeres puedan dedicar tiempo suficiente a su vida profesional (mencionamos aquí a las mujeres porque son quienes hacen tres veces más trabajo doméstico de cuidado y de administración del hogar que los hombres). De igual forma, hay que saber hacer redes con personas con las que no trabajas directamente, que forman parte de otros equipos y que te permitirán no solo expandir tu red de conocidos, sino las posibilidades de entender de mejor manera el contexto de tu trabajo.
Otra forma de crecer profesionalmente gracias a las relaciones que cultivamos con otras personas, son la mentoría y el sponsorship o patrocinio. El primero, significa el acompañamiento y guía por parte de alguien que conoce el contexto y que se encuentra en una mejor posición que nosotras para poder ver todo el panorama y darnos una guía o consejo. El segundo, implica, además, que la persona emprenda activamente acciones en nuestro favor para tener mayores oportunidades de crecimiento, como lo sería proponernos para un cargo o una promoción.
En tercer lugar, crear alianzas con actores relevantes es también vital para crecer profesionalmente. Esto significa, por un lado, ser capaz de comprender qué redes necesitan ser hechas entre actores que conocemos, más allá de nosotras. Significa ver a quiénes podemos conectar para que ganen entre sí. Con ello, aunque pareciera que el beneficio no es inmediato para nosotras, no solo ayudamos a otras personas a crecer, sino que nos posicionamos como quienes saben hacer relaciones estratégicas y un punto de referencia a quien acudir.
Más adelante abordaremos con mayor profundidad cada uno de estos tres elementos para decirte cómo hacerlo de la manera más efectiva. Por lo pronto, recuerda que a ningún lado vamos ni llegamos solas.
Compártenos en comentarios cuál de estos tres factores te cuesta más trabajo poner en práctica.
One comment on “Comunidad, porque a ningún lado llegamos solas”
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